martes, 29 de octubre de 2013

En 2100...

01. El futuro de los ordenadores
La potencia de los ordenadores ha crecido exponencialmente y no se puede poner límite alguno a la ley empírica de Moore, que ha guiado a la industria informática: la potencia de los ordenadores se duplica más o menos cada 18 meses.
Cada Navidad nuestros nuevos juegos de ordenador son casi el doble de potentes que en el año anterior. Hoy, un teléfono móvil tiene más potencia de ordenador que toda la Nasa en 1969, cuando consiguió que dos astronautas pisaran por primera vez la Luna.
En el futuro próximo, Internet estará omnipresente: en pantallas murales, mobiliario, carteleras e incluso en nuestra gafas y lentes de contacto; con el simple gesto del parpadeo ya estaremos conectados.

02. Los coches
Los coches, por fin, se conducirán solos. Pero la transición a los coches inteligentes no será inmediata. Primero, serán los ejércitos quienes desplegarán sus vehículos robot; después, aparecerán modelos específicos para las grandes autopistas.


Ello permitirá que podamos navegar en Internet. 
–ese será nuestro ámbito vital– a través de lentes de contacto mientras circulamos en un automóvil que utilizará el GPS, con un error máximo de un metro. 
Y así rodaremos cientos de kilómetros.

03.La atención médica en el futuro
La tarea de diagnóstico se abordará comúnmente a través de programas informáticos robotizados que alcanzarán hasta un 95% de acierto en las enfermedades más comunes.
Este doctor informático dispondrá de un mapa completo con los genes del paciente y recomendará un tratamiento compatible con la dotación genética e historial clínico de cada uno.

04. Mezcla de realidad real y realidad virtual

En nuestras gafas o lentes de contacto veremos simultáneamente imágenes virtuales superpuestas al mundo real. Susumu Tachi, en la Universidad de Kejo, en Japón, está diseñando unas gafas que fusionan la fantasía y la realidad. Un soldado en acción podrá recibir a través sus gafas especiales información sobre la posición del enemigo e instrucciones de los mandos.

05. Pantallas murales

En el futuro será todavía más accesible el contacto con amigos y extraños. Pediremos a la pantalla organizar juegos y otras actividades con otros individuos de cualquier parte del mundo.
Podremos pedir casi todo al rostro amable que aparecerá en la pantalla; de antemano conocerá nuestras preferencias demostradas en contactos o recorridos anteriores. Planificaremos viajes, estudios u opciones de rutas para comprar cualquier cosa.

06. Papel electrónico flexible
En el futuro, las pantallas planas que pueden cubrir las paredes serán flexibles, extremadamente delgadas, y se abaratarán drásticamente. Se podrán usar casi como papel de pintar. En cualquier espacio, las paredes se conectarán con la realidad a través de Internet  Un estudiante podrá descargar clases impartidas por profesores virtuales sobre cualquier especialidad. 

07. Traductor universal

Ya existen versiones de traductores un
iversales pero en el futuro, cuando viajemos en un país extranjero y hablemos con nativos, veremos los subtítulos correspondientes en nuestras lentes de contacto.
En la Universidad Carnegie de Pittsburg tienen ya prototipos que pueden traducir del chino al inglés o al alemán. Para ello, colocan determinados electrodos en el cuello y rostro de la persona que está hablando, captan la contracción de los músculos y a través de los mensajes electrónicos descifran las palabras que se están pronunciando, previamente traducidas.

08. El control por nuestra mente
A finales de este siglo controlaremos los ordenadores con nuestra mente. Pensaremos ciertas órdenes y nuestros deseos serán obedecidos. Se van a necesitar décadas de trabajos preparatorios, pero los fundamentos ya están establecidos.


Analizando los impulsos eléctricos que circulan a través de las neuronas, mediante nuevas generaciones de captadores de esos impulsos, se podrá traducir en una pantalla de ordenador los estados cerebrales.
En la medida en que el sujeto puede llegar a observar la traducción puede también mover el cursor del ordenador solo con el pensamiento.













09.Cómo serán los robots
Hoy ya hay robots sencillos que aspiran el polvo de las alfombras, pero ¿cómo serán los robots del futuro? Serán robots modulares y no tendrán apariencia humana; cambiarán de forma según la función que emprendan para resolver una inmensidad de problemas técnicos.


Algunos se utilizarán como cirujanos: aminorarán los riesgos con una precisión extrema. A mediados del siglo, llegarán los robots emotivos: podrán hacer evaluaciones y juicios sobre, por ejemplo, a quien salvar en un terremoto o en un incendio. Posiblemente en ese tiempo los robots lleguen a tener la inteligencia de un perro o un gato.

10. El futuro de la medicina 
Históricamente la medicina ha atravesado tres grandes etapas: la primera, que duró decenas de miles de años, estuvo dominada por la superstición, la brujería y los rumores. Todos los recursos eran hierbas y más tarde algún compuesto químico.
La segunda comenzó en el siglo XX con la llegada de la bacteriología y la mejora de la higiene. La tercera es la medicina molecular: la función de la física y la medicina que reduce esta a átomos, moléculas y genes.
Ahora la teoría cuántica nos ha dado modelos sorprendentemente detallados de la disposición de los átomos en cada proteína y en cada molécula de ADN. Sabemos cómo construir las moléculas de la vida, átomo a átomo, de la nada. En un futuro cercano será posible la utilización directa de células madre: capaces de transformarse en cualquier tipo de célula del cuerpo.

11.¿Es inevitable que muramos?
En torno al 2100, quizás sea posible invertir los efectos del envejecimiento mediante la aceleración de los mecanismos de reparación celular: podremos elevar, tal vez, la esperanza de vida a 150 años. ¿Será inevitable entonces la muerte?


Al contrario de lo que pueda parecer, lo natural en la vida no es la mortalidad, sino la inmortalidad. El ADN es una molécula inmortal; apareció por primera vez hace 3.000 o 5.000 millones de años y esa misma molécula existe en día. Quizás estamos programados para morir pero también es posible que podamos reprogramarnos a nosotros mismos para vivir más tiempo. De hecho, hay animales que parecen inmortales –caimanes, cocodrilos– si no fuera porque mueren a causa de accidentes. En el futuro, aumentar la duración de la vida no se logrará bebiendo en la fuente de la eterna juventud. Si se logra será combinando varios métodos como:


Crear nuevos órganos para sustituir a los desgastados o deteriorados.
Utilizar la terapia génica para modificar los genes que frenen el envejecimiento.
Utilizar nanosensores para detectar la enfermedad antes de que sea un problema.
Mantener un estilo de vida saludable incluyendo el uso de preparados diseñados para potenciar la reparación celular.

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